Como profesionales deseamos conseguir buenos productos para flexografía, como una manga barnizado específica para una máquina concreta o productos de artes gráficas en general que reúnan el binomio de bueno y barato. Las ofertas en el mercado son tantas que es tentador recurrir a las que ofrecen precios más económicos o a cambiar de distribuidor en cada compra para poder aprovechar diversas ofertas de bienvenida.
Pero la experiencia nos enseña que siempre es mejor trabajar con un distribuidor de calidad, con el que se establezca un buen lazo de confianza, que con muchos distribuidores de los que no se tienen referencias y que pueden dejarnos sin suministros cuando más falta nos hacen.
Un buen distribuidor que también sea un buen consejero
Un buen distribuidor no solo es aquel que es capaz de darnos todo o prácticamente todo lo que necesitamos para trabajar a un precio razonable. También tiene que ser un buen consejero. Una persona que conozca a fondo lo que tiene entre las y manos que pueda hablarnos sobre las diferencias entre una tinta y otra, o las ventajas que tendremos si usamos una marca en concreto con nuestra máquina de impresión.
Estos detalles que conoce por su experiencia en el sector, son muy importantes y contribuyen a que podamos escoger siempre lo mejor, logrando así la máxima calidad en los trabajos y, por tanto, la satisfacción de nuestros clientes y su fidelidad de cara a una larga relación laboral.
Una amplia cartera de productos y un stock siempre disponible
Además de lo que hemos comentado, es importante que el distribuidor tenga una amplia cartera de productos. Cuantas menos cosas tengamos que comprar en un distribuidor alternativo mejor, porque nos ahorraremos tiempo en tener que realizar diferentes pedidos. Incluso con el paso del tiempo, el distribuidor ya sabrá cuándo podemos necesitar material y anticiparse a nuestras necesidades ofreciéndonos un artículo concreto en oferta.
Si a esto se une un stock siempre disponible, estaremos ante un distribuidor perfecto. No es tanto que tenga un gran almacén con una gran cantidad de material como que sea capaz de conseguirlo muy rápido y hacerlo llegar a nuestro negocio en un tiempo clave, con unos gastos de envío mínimos o inexistentes. Así, sabremos que siempre vamos a tener cubiertas nuestras necesidades sin tener que tener un almacén propio para recambios, ahorrando dinero y espacio en el negocio.